El nombre de Antonio Pereira (Villafranca del Bierzo, 1923) aparece con frecuencia unido al cuento literario actual, y ello sin menoscabo de su condición de poeta y autor de novelas. Ya por los años sesenta habían sido premiados sus relatos con Leopoldo Alas, y en 1989 la Real Academia Española le otorgó el premio Fastenrath por su libro El síndrome de Estocolmo. Bajo el intencionado título de "Cuentos para lectores cómplices," el escritor recoge -revisados más o menos sustancialmente- sus libros Los brazos de la i griega y El ingeniero Balboa y otra historias civiles, junto a varias piezas que él mismo califica de varia (y dudosa) lección. En la introducción, Ricardo Gullón hace un magistral estudio del cuento en general, para referirse luego a la obra de Pereira, un autor que ha logrado -dice el profesor- dominar el arte de la narración breve con una destreza no inferior a la de sus coetáneos mejores.