Madrid fue el centro de la guerra. Por eso Martínez Reverte ha recogido en La batalla de Madrid la influencia de las decisiones militares en la vida de los madrileños a pie de calle y en el frente. El libro se acerca a la realidad de la guerra en la capital y en los lugares como Toledo, Talavera o Illescas, que marcaron su inesperada resistencia.