En el año 1954 se publicó en Alemania Letze Briefe auf Stalingrad (Las últimas cartas de Stalingrado), un libro que recogía los fragmentos de 39 cartas escritas y remitidas por militares alemanes en los últimos días de la batalla por la ciudad de Stalin, que costaría la derrota aplastante del VI Ejército alemán. Según el ed itor del libro, las autoridades nazis, por orden directa del Cuartel General del Führer, confiscaron las últimas siete sacas que pudieron ser transportadas desde el cerco; los contenidos fueron estudiados y censurados, y las cartas nunca llegaron a sus destinatarios. Años después, los documentos reaparecieron en los archivos militares de Potsdam, de donde fueron recuperados para su publicación.Sin embargo, no eran las últimas cartas de Stalingrado; era algo diferente: eran las cartas que quizá habrían podido escribir los soldados encerrados en la bolsa de Stalingrado, pero que no lo hicieron. No era exactamente una falsificación, pero tampoco eran documentos auténticos.Las últimas cartas de Stalingrado no son verdaderas, pero pudieron ser bien ciertas. Desde esta extraña condición, este libro nos acerca a una parte de la «verdad» de la batalla de Stalingrado, la que padecieron miles de soldados en el kessel antes de desaparecer en la derrota definitiva.