«De la nada surgió una mujer con una dulce sonrisa: "No te asustes, Sebastián. Te estaba esperando. Soy Riufara, la protectora del bien, la defensora de todos aquellos que llevan la Marca Real. En el Libro del Destino está escrito que tienes que cumplir una misión"...»
En el corazón del cetro,
el alma del guerrero.
En el alma del guerrero,
el corazón del cetro.
Sólo el valor, y sin pavor,
dominará el control
del Cetro de la Vida.
Al leer este mensaje Sebastián supo que contenía las pistas para encontrar el Cetro de la Vida...