Junto a Auden, MacNeice y Day Lewis, Stephen Spender es uno de los grandes poetas de la generación surgida en los años treinta, el grupo que revolucionó los presupuestos estéticos de la poesía inglesa de su tiempo y supo ofrecer un testimonio lúcido e implacable del difícil devenir del siglo XX.
Temperamentalmente afín a Auden en algunos aspectos, Spender aborda el poema con parecido gusto por los registros íntimos y las preocupaciones de orden político y social. Su dicción, poco conocida en nuestro país, sabe aunar con elegancia las exigencias de la alta poesía con las preocupaciones del hijo de vecino.