Esta historia empieza con un nacimiento. En la fría frontera norte del Imperio romano, una madre moribunda que acaba de dar a luz declama unas palabras en latín. Un idioma que jamás había oído antes, mucho menos aprendido a hablar. Sólo después se descubre que dichas palabras no son otra cosa que una profecía. Una profecía que habla sobre la muerte de un emperador. Una profecía que, de cumplirse, podría cambiar el destino del Imperio, y todo el futuro hasta nuestro presente. ¿Hay alguien retejiendo la madeja del tapiz del tiempo y tratando de cambiar el destino de los hombres? Cubriendo un lapso de 450 años, Emperador sigue a los descendientes de Nectovelin en su lucha por asegurarse de que los acontecimientos relatados en la profecía se cumplan, mientras el Imperio invade, construye muros, convierte a su pueblo al cristianismo, y finalmente desaparece de escena y deja a Britania sumida en la Edad Oscura que sigue al dominio de Roma.