El detective David Birch investiga el asesinato del editor Frank Denton, hallado muerto en su casa. La entrada no parece haber sido forzada y no hay huellas ni evidencias de presencia humana en la escena del crimen. El cadáver está horriblemente mutilado: la lengua ha sido casi cortada y los ojos arrancados de sus órbitas. Alrededor del cuerpo han aparecido dos libros destrozados: la última novela de terror del escritor John Paxton y la biografía de Megan Hunter sobre el editor de Dante, Giacomo Cassano, a quien los verdugos de la Inquisición arrancaron la lengua y los ojos. Su pecado, afirmar que el creador puede entrar en su propia obra y habitarla.