La fotografía de una mujer asesinada en el bolso de su compañera de trabajo alerta a Julia, maquilladora, quien emprende sus pesquisas con la ayuda de su madre, vidente, y del novio de su sobrina, que se gana la vida escribiendo epitafios; así como de su mejor amiga, cuya jornada laboral transcurre en la calle posando como estatua.
Cuando ven que todos los indicios apuntan como próxima víctima a la sobrina de Julia, Loreto, siniestra, este estrafalario grupo inicia la persecución de la supuesta asesina, regidora de televisión e integrante de una secta satánica. Isabel Camblor retrata nuestro mundo a través de esta delirante parodia que lleva al lector de la sonrisa a la carcajada.
Si Almodóvar nos sitúa en un mundo aparentemente excéntrico pero real, Isabel Camblor, con su voz fresca y precisa, nos devuelve al surrealismo que llevamos dentro.