Tras la dramática derrota del 14 de marzo de 2004, la derecha española se quedó a la expectativa después de una derrota inesperada. Durante estos cuatro largos, agitados y convulsos años, Rajoy ha intentado liderar la herencia que puso en sus manos Aznar, y ha sentido de forma constante el permanente aliento en la nuca de tres aspirantes a su sillón: Alberto Ruiz-Gallardón, Esperanza Aguirre y Rodrigo Rato. Pero, en medio de estas dificultades, la derecha social y política ha sabido mantenerse unida, y eso ha marcado, en cualquier caso, un hito en su historia.
Ahora, tras una nueva derrota plasmada el 9 de marzo, la derecha, aglutinada entorno a la formidable formación que representa el Partido Popular, encara definitivamente su futuro en pleno siglo XXI y vislumbra el horizonte de renovación y cambio de toda una generación de dirigentes.