Un internado donde nada es lo que parece. Dos jóvenes atraídos por una fuerza magnética. Un secreto oscuro y peligroso. Y una única certeza: entregarse al amor es jugar con fuego.
Primera entrega de la serie paranormal romántica «Medianoche».
«Lucas me estrechó contra su pecho con tanta fuerza que apenas pude respirar. Fue un beso profundo y lento, impetuoso y delicado, mil veces distinto. Perfecto en todas sus facetas.
Se me cayó la chaqueta de los hombros y mis brazos quedaron expuestos al aire. Deslizó las manos por mi espalda para protegerme del frío nocturno y sentí sus palmas en mis omoplatos y sus dedos en mi columna. Lucas me besó en la boca, en las mejillas, en la oreja, en el cuello.
-Bianca -dijo en un dulce susurro que sentí en la piel. Los labios de Lucas rozaban mi cuello-. Deberíamos parar.»
Una atracción magnética.
Un juego prohibido.