Si no tuviese tanto miedo de perderte en el ardor de la batalla, te felicitaría. Porque debo confesar que rara vez he visto tanto coraje en una persona que no hubiera guerreado nunca. Si no fueses una mujer, te convertirías rápidamente en uno de los mejores corsarios de este navío.
-No me importa vivir escondida --murmuró Mary-- si puedo estar a tu lado.