Los mandarines es la primera novela importante de sátira social en China y una de las obras maestras de la literatura clásica de este país. Escrita en el siglo XVIII por Wu Jingzi, un inconformista letrado muerto en la miseria, esta ambiciosa narración está considerada como una de las grandes creaciones novelescas de la literatura universal, comparable en su capacidad abarcadora y precisión a Balzac, y en su impecable don de observación irónica a Gógol.
A lo largo del siglo que abarca el relato, el autor realiza una crítica feroz a la soberbia del poder, a los personajes encumbrados socialmente que olvidan sus orígenes, a los aduladores seducidos por la posición social, a los virtuosos corrompidos por el dinero o a los falsos letrados. Una moral, en suma, que podría ser objeto de crítica en la sociedad de hoy.
La magnífica traducción de Laureano Ramírez Bellerín, galardonada con el Premio Nacional de Traducción, traslada a nuestra lengua toda la riqueza y matices de esta joya, y permite al lector adentrarse en algunas de las más célebres páginas de la literatura oriental de todos los tiempos, cuya vasta influencia se deja sentir aún en nuestros días.