La OLP ha comprado, en secreto, un submarino ruso equipado con unas técnicas muy superiores a las occidentales, con el que pretende perpetrar el mayor ataque terrorista de la historia contra la flota israelí. La persona encargada de coordinar la operación y dotar al submarino de una superarma mortal es la general de brigada Mouna al Husseini (Madame Terror). A bordo del submarino la tripulación es eminentemente rusa y los palestinos son una minoría despreciada por la tripulación. No tardan en surgir los primeros conflictos entre ambos bandos y deciden poner al mando a Carl Hamilton. Pronto implanta una nueva y eficaz disciplina a bordo.