Once años después de ingresar en el Departamento de Policía de Nueva York, la agente de crímenes sexuales Ginny Lavoie se encuentra suspendida de empleo y sueldo. Deprimida y víctima del insomnio, espera a que la obligada investigación de asuntos internos determine su futuro cuando una llamada telefónica la devuelve de golpe al pasado: Danny Markowicz, el hijo adolescente de su amiga Sonya, ha muerto tras recibir una brutal paliza. Ginny parte de inmediato camino del pueblo de Massachusetts en el que se crió para asistir al funeral. Pero allí se reencuentra con Jimmy, el padre del niño que ella nunca llegó a tener. Y, por si la situación no resultara ya lo bastante difícil, la versión oficial del crimen parece estar llena de agujeros.
¿Por qué las autoridades locales parecen empeñadas en culpar a Jack O'Brien, el inofensivo vagabundo del lugar? ¿A quién temía Danny lo suficiente como para esconder una pistola cargada en su habitación? ¿Y si la investigación sacara a la luz verdades que nadie quiere conocer? Con La hija del enterrador, Elizabeth Bloom nos ofrece una novela negra de primera línea, cuya protagonista permanecerá en la memoria del lector mucho después de haber terminado el libro.