A los treinta y siete años, el coronel y conde Claus von Stauffenberg, jefe del Estado Mayor de la reserva del Ejército del Reich, era una figura carismática destinada a ostentar el mando supremo. El joven aristócrata alemán con aspecto de estrella de Hollywood, encabezó el complot más importante de la historia para acabar con la vida del Führer. A su grupo de conspiradores se le dio el nombre de «Secret Germany»
Pero ¿cuáles fueron los motivos de este soldado aristocrático para actuar del modo en que lo hizo? Para Stauffenberg, el complot no fue una simple jugada política, sino una necesidad moral y espiritual después de cuarenta y dos intentos serios de asesinar a Hitler durante los veinte años anteriores. ¿Por qué fracasó éste también? Hay quienes sostienen que, de haber tenido éxito, Stauffenberg se habría convertido en el De Gaulle de Alemania, en el salvador del alma de la nación. Por mucho que no lograse su objetivo, no hay dudas sobre su heroísmo. Stauffenberg representa la expiación del Tercer Reich y la resolución de los mitos contradictorios de la cultura alemana.
Este trabajo de Baigent y Leigh no es solamente una simple labor de incalculable valor histórico, sino también insustituible y necesaria.