Mónica hereda el viejo caserón familiar y se instala en él con su marido. Al remodelar el jardín encuentran un busto de mármol que representa a Venus. Mónica entra en contacto con un universo paralelo, el que separa la existencia de los vivos de la de los muertos, y que le trasladará a través del tiempo a una vida anterior, en los albores de nuestra era, en la que se produjo un crimen execrable.