«En Villa Donnafugata, lo que ocurrió hace mucho nunca está demasiado lejos», escribe Marlena de Blasi, autora de bestsellers, acerca del magnífico castillo, tal vez algo ruinoso, situado en las montañas de Sicilia, que ella encuentra por casualidad un verano durante un viaje con su esposo, Fernando. Allí, De Blasi entabla amistad con Tosca, la patrocinadora de la villa, una mujer de cierta edad, hermosa y elegante, que le cuenta la historia de amor de su vida con el último príncipe de Sicilia, descendiente de los Anjou, los aristócratas franceses.
Sicilia es una tierra de contrastes: grandeza y pobreza, belleza y sufrimiento, ilusión y franqueza. Con una voz luminosa y seductora, Un verano en Sicilia recrea la vida de Tosca, desde la pobreza de su infancia, pasando por su fantástica adopción y su iniciación en la vida fastuosa del palacio del príncipe, hasta los albores y el reconocimiento del amor correspondido. Sin embargo, cuando el príncipe Leo trata de mejorar las condiciones de vida de los campesinos, su desafío a la voluntad nefasta de la mafia local de mantener el desequilibrio histórico entre ricos y pobres, le costará caro.
Un verano en Sicilia y la maravillosa narración de De Blasi nos recuerdan, que para vivir una vida plena, uno debe aceptar tanto las tristezas de la vida como su belleza. Encontramos aquí un drama épico que conduce a los lectores desde las montañas remotas de Sicilia hasta el caótico Palermo de posguerra, desde las complejidades del amor prohibido hasta los estragos provocados por la cultura siciliana, siempre desconcertante.