Creer que este libro esté inspirado casi en la realidad es difícil. Aceptarlo es imposible. Pero es la pura verdad. El criminólogo Goran Gavila y el equipo de homicidios se enfrentan a un caso perturbador: se han hallado enterrados los brazos derechos correspondientes a niñas desaparecidas durante la última semana. Sin embargo, las desaparecidas eran cinco y se han encontrado seis brazos. El equipo pronto halla los cadáveres de las cinco niñas identificadas, pero creen que la sexta sigue con vida. Mila Vasquez, investigadora especializada en personas desaparecidas, entra en escena y, junto con Goran, van a la caza del culpable. Sin embargo, el asesino al que se enfrentan no se parece a nada de lo que han visto antes, y cada vez que creen estar acercándose al culpable, no hacen sino seguir con el plan concebido por una mente despiadada y brillante. En realidad, el culpable de todos estos crímenes está en prisión y lo que hace es elegir artífices para sus crímenes, gente que no está libre de culpa, pues ya tenían el germen del mal en su interior, y a partir del control mental el asesino consigue que estos «elegidos» maten para él.