La poderosa primera novela de Owen Sheers juega brillantemente con las posibilidades de una realidad alternativa para la II Guerra Mundial.¿Qué habría pasado si el desembarco de Normandía hubiera fracasado y Alemania hubiera invadido Gran Bretaña.
Otoño de 1944. Stalingrado ha caído, el desembarco de Normandía ha fracasado y EE UU ha abandonado Europa a su suerte. El ejército alemán cruza el Canal de la Mancha y ocupa Gran Bretaña. En una pequeña y remota aldea galesa al pie de las Montañas Negras, Sarah Lewis descubre que su marido ha desaparecido durante la noche sin dejar rastro, junto con el resto de hombres de la localidad. Cuando una patrulla alemana llega poco después al valle con una misión secreta, las mujeres se encuentran ante una doble tarea: cuidar de las granjas en ausencia de sus maridos y acomodarse a la presencia de los soldados nazis.
La crítica ha dicho...
«Sheers medita conmovedoramente sobre cómo afecta la guerra a la gente. Resistencia explora con sutileza las zonas grises existentes entre el instinto de supervivencia y el altruismo. El resultado es imposible de resistir.»
Financial Times
«Un impresionante debut que confirma a Sheers como un escritor cuyo talento se muestra en una amplia variedad de formas literarias.»
The Independent
«Sheers sondea las profundidades del amor, la cobardía, la valentía y los devastadores efectos del patriotismo ciego.»
Sara Gruen
«Un libro fascinante.»
New York Daily News
«Resistencia es un thriller en ocasiones brillantes y en ocasiones terrorífico, y una madura exploración del compromiso humano. Sheers conduce al lector por un sendero repleto de trampas con una sutileza infinita. Los temas del libro son universales: el amor a la tierra y a tu país, el amor y el odio contra otras naciones, el amor y las sospechas entre personas, el miedo, la guerra y la decencia.»
The Guardian
«La poderosa primera novela de Owen Sheers juega brillantemente con las posibilidades de una realidad alternativa para la II Guerra Mundial. Resistencia es menos un thriller que un himno a la poesía.»
The Telegraph