El apacible Gilles C. , traductor que ha sobrepasado la cincuentena, se instala, rodeado de sus cuarenta y siete gatos, en una paradisíaca y diminuta isla francesa, que es como «un pedazo de Cerdeña en medio del canal de la Mancha». De pronto Gilles C. se convierte en punto de mira de los veraneantes de la isla, acomodados intelectuales y familias parisienses, llenos de curiosidad por la actividad del recien llegado. Y es que Gilles tiene problemas : una editorial de París le ha encargado traducir una obra complejísima, Ada o el ardor, de Nabokov, quien para colmo tiene fama de puntilloso e implacable con sus traductores. Gilles C. , abrumado por la responsabilidad de un trabajo endemoniadamente difícil, va posponiendo la entrega de la traducción y agotando la paciencia del editor, mientras los veraneantes, encabezados por la encantadora señora Saint-Exupéry, van introduciéndose cada vez más no sólo en su vida, sino también en su trabajo02026;