El asiento trasero de un taxi es el escenario por el que desfilan todo tipo de personajes y donde suceden las historias más insospechadas. Cada vez que se baja la bandera se sube el telón y empieza el espectáculo: pasajeros que duermen como marmotas, famosos adivinos que se aparecen por toda la ciudad como visiones, machotes de cadena en pecho, ejecutivos agresivos y familiares aún más agresivos; urgencias que no son tales, partos inminentes y un sin fin de situaciones cada cual más surrealista que aseguran la carcajada.