En 1517, las tesis de Martín Lutero desencadenaron la Reforma protestante. Ese mismo año nació en Valladolid Cipriano Salcedo. En tiempos de convulsiones políticas y religiosas, esa coincidencia de fechas marcaría fatalmente su destino.
Huérfano desde su nacimiento y falto del amor del padre, Cipriano contó, no obstante, con el afecto de su nodriza Minervina, una relación que le sería arrebatada y que le perseguiría el resto de su vida. Convertido en próspero comerciante, se puso en contacto con las corrientes protestantes que, de manera clandestina, empezaban a introducirse en la Península. Pero la difusión de ese movimiento fue progresivamente censurada por el Santo Oficio.
A través de las peripecias vitales y espirituales de Cipriano Salcedo, Delibes traza con mano maestra un vivísimo retrato del Valladolid de la época de Carlos V. Pero El hereje es, ante todo, una indagación en las relaciones humanas, una novela inolvidable sobre las pasiones y los resortes que las mueven.