Juan Adriansens pinta un fresco barroco del Nápoles actual que enlaza con el de hace 250 años...
La pequeña capilla San Severo, en Nápoles, es todavía, a día de hoy, una de las grandes desconocidas del sur de Italia y constituye un hito por su espectacular interior, que alberga una colección de estatuas de mármol que dejan sin aliento a todos los que tienen el privilegio de observarlas...
Perteneciente a la prestigiosa familia Di Sangro, la bóveda de la capilla sufre un derrumbe parcial y el gran mecenas Álvaro de Fontanarosa, hombre de inmensa fortuna, encarga su reparación a Mauro Beltrán, un joven restaurador español que descubre los inquietantes rumores en torno a ciertos extraños hechos que se han venido produciendo en aquel lugar...
Mauro entabla una relación dependiente con su mecenas, en la que surge un tercer eslabón, Alberto Miralles. Los tres conformarán un curioso triángulo en el que las aristas permanecen siempre redondeadas; una partida de ajedrez en la que ninguna pieza se coloca en la situación que le corresponde y en la que todos los movimientos esconden motivaciones ocultas.
Los silencios del mármol es una guía de viajes, un recetario culinario, un libro de arte, un tratado de arquitectura y de filosofía, una lección de historia, una novela negra en arriesgada complicidad con el marqués de Sade, un manual de lingüística, un breviario de alquimia, un totum no revolutum que nos transporta a una Italia que nos es tan cercana y a la vez tan desconocida, a través de unos personajes que toman forma con cada salto de página. Un recorrido por la sensibilidad artística desvela los recovecos más oscuros del ser humano, una compilación de mensajes del pasado que se filtran en el presente a través del frío mármol de las estatuas de San Severo.