Durante la última década se ha producido una revolución en nuestra comprensión de la mente de los más pequeños. Hasta hace poco, los científicos creían que los bebés eran seres irracionales, debido a que tenían un pensamiento y experiencia muy limitados. Algo así como un cerebro o un cuaderno en blanco, donde está todo por escribir. Ahora Alison Gopnik, destacada psicóloga y filósofa además de madre, demuestra gracias a un innovador estudio que los niños aprenden más, son más creativos y experimentan el mundo que los rodea más intensamente que los adultos, tienen más neuronas y más conexiones que los mayores, y menos sustancias que frenen el trabajo de sus circuitos nerviosos. Algo que explica que sean capaces de aprender una cantidad sorprendente de información, en un tiempo relativamente corto.
En este ameno y accesible paseo por los novedosos avances psicológicos, neurocientíficos y filosóficos en el entendimiento de la mente de los más pequeños, Gopnik ofrece una brillante comprensión sobre cómo los bebés ven el mundo y cómo los padres pueden determinar la vida de sus hijos.