Un asesinato y una venganza. La muerte de dos hermanos. La guerra civil, la barbarie, la violencia, la crueldad ciega e irracional. Una sexualidad primitiva, evidente, procaz. Galicia y la lluvia, la pertinaz lluvia como símbolo de la continuidad inmutable del tiempo. El finísimo e infalible oído de Camilo José Cela, su sentido de la sonoridad y de la rotunda música verbal que impone cada pasaje no son sino una realidad irrefutable en virtud de su contundencia expresiva. Todo ello conforma un impresionante retablo que pone de manifiesto lo repetitivo de los actos humanos y en particular de la historia española, así como cierta magia fatalista y salmodiadora de lo gallego.
Una obra maestra de uno de los autores más controvertidos de la literatura española contemporánea, que le valió el Premio Nacional de Literatura.