Monster trabaja en una agencia de control de plagasa. Es un trabajo duro y además tiene problemas domésticos, como tener un demonio de novia. Judy trabaja en el turno de noche del supermercado Food Plus Mart. Quizá no sea el estilo de vida más glamouroso, pero es feliz. Nadie la molesta, y si lo peor que le puede pasar es tener a un encargado algo memo, bueno, puede vivir con ello. Pero cuando Judy se encuentra a un yeti comiéndose todos los helados de la sección de congelados, su vida se cruza con la de Monster del modo más desastroso posible. Porque Monster no atrapa mapaches, él busca las cosas que se esconden en la noche. Cosas como ogros, trols o dragones. Ah, ¿y el demonio de su novia? Sí, realmente es un demonio.