Vivimos un tiempo de cambios acelerados que exigen más que el mero aggiornamento bibliográfico o la adopción de nuevas herramientas.
No es suficiente con incorporar textos o tecnologías, si lo que los sostiene es una pedagogía exhausta y limitada. Todos los que tenemos alguna responsabilidad en el desarrollo de la educación estamos siendo cuestionados, de manera manifiesta o implícita, por nuevos modos de crear y transmitir conocimiento. El Proyecto Facebook, puesto en marcha durante 2009 en la Universidad de Buenos Aires, nació en un contexto caracterizado por la transmisión alfabética de conocimiento a la que estuvimos abonados como cátedra durante más de una década. El agotamiento de un modelo no es algo que se manifieste de un momento para otro ni tiene una sola razón. Opera a través de capas causales que van sedimentándose, contribuyendo a incubar ese clic emergente a partir del cual ya no hay vuelta atrás. En esencia, el Proyecto Facebook fue un intento de construcción de un entorno colaborativo y abierto de educación, que se ajustara más a las maneras en que entendemos que se produce el conocimiento y menos a una tradición educativa que entiende a los alumnos como destinatarios y no actores de este proceso. Encontrarán aquí una descripción de su funcionamiento y algunos resultados alcanzados.