La familia como delirio. Una protagonista que rompe con todas sus ataduras. Una escritura dislocada e inesperada. Una novela brillante de Aurora Venturini.
Aviso de lectura
Esta es una novela novelesca, es decir, que goza de un argumento trepidante y convulso que nos lleva de aquí para allí y que nos sorprende una y otra vez y la siguiente y otra más hasta que la muerte, cerrar el libro, nos separe. Una novela donde la protagonista se desgarra, ama, odia y se vuelca y revuelca. Ella es Chela, María Micaela Stradolini, la heroína de este melodrama, quien, rodeada de viejas fotos y nostálgicos cachivaches, recuerda los acontecimientos que han ido marcando su vida. Una infancia con caprichos y cuidados de niña bien entre la alta burguesía argentina, en aquellos tiempos en que los ricos también lloraban lágrimas siempre exquisitas y poéticas. Una mamá con sus manías, sus collares de dos vueltas con cuentas de azabache y sus altas pretensiones de pianista fracasada. El dolorido sentir de que mamá no te quiere o quiere más a tu hermana. En nuevo hermanito que nace deforme. Papá, un prócer que te besa al desgaire y te castiga con rigor espartano. Los primos, los secretos, las criadas, los juegos inocentes y los primeros juegos culpables. La vida en el internado y la incomprensión de sus compañeras. El descubrimiento de la literatura. La escritora precoz. Enamoramientos imposibles y amantes disponibles pero conyugalmente ocupados. Viajes a Chile, a París y finalmente a Sicilia, al solar de los Caserta. Allí donde su tía abuela «reina» entre las ruinas de su estirpe y en donde Chela encontrará las raíces de su singular destino.
Aurora Venturini, la autora, fue una revolución de la literatura argentina cuando contaba ya más de ochenta años. Sus novelas no tienen fecha de caducidad, y solía decir, medio en broma, medio en serio, que gozaba del privilegio de «ser contemporánea de su propia posteridad». Con Las primas, la novela que la dio a conocer, ganó dos premios: el Nueva Novela y el Otras Voces, Otros Ámbitos. No nos extraña, escribía como si estuviese inventándose la literatura.
Reseñas:
«Al leerla, es posible hallar un raro éxtasis de felicidad verbal, algo así como el perfecto cruce de un poema de Rimbaud con la puteada de un camionero en un mal día. Una prosa que expresa "un desarraigo total, final y horrendo", con distinción asombrosa.»
Soledad Quereilhac, La Nación
«Hay en la escritura de Venturini una potencia que marca a quien se atreva a leerla. Ella entra a la literatura para dejar una herida.»
Alejandra Varela, Página 12
«La saga de una familia, los Caserta, es el eje para esta novela brillante y provocadora de Aurora Venturini, que continúa así con el proyecto estético de Las primas, empecinado en narrar lo infame.»
Maximiliano Crespi, Ñ