El cadáver de un hombre con un tiro en la sien es hallado en el banco de un parque una noche de noviembre de 1942. Todo parece indicar que se trata de un suicidio. Sin embargo, dos inspectores comprometidos con la justicia buscan las causas reales de ésta y otras muertes. De hecho, en el fondo subyace una oscura y siniestra trama política que caracterizó un momento histórico y social difícil de borrar de la memoria colectiva de una España a la que aún le quedaban lágrimas para llorar a sus «caídos». Con esta obra Joaquín Leguina confirma su maestría para crear y recrear épocas, ambientes y personajes que tocan la fibra más sensible de cualquier lector.