Ying Zheng fue el Primer Emperador de China: el hombre que conquistó los diversos reinos, unificó sus escrituras y sus leyes y construyó la Gran Muralla. Un tirano que hizo quemar todos los libros acerca del pasado, con la pretensión de que la historia comenzase con su reinado, y que enterró vivos a más de cuatrocientos letrados que habían pretendido engañarle en su búsqueda de un elixir de la inmortalidad.
Reunió 700.000 hombres para construir su gigantesco mausoleo en el monte Li, donde se han descubierto ya más de siete mil soldados del fantasmal ejército de terracota que había de acompañarle en la otra vida, pero no se ha excavado aún su tumba, donde se dice que el Primer Emperador yace en un sarcófago de oro rodeado de un mar de mercurio.
La historia de Ying Zheng ha inspirado diversas películas, una ópera, y toda una serie de videojuegos que tienen como objetivo desvelar los misterios de su tumba. Jonathan Clements, el autor de Wu, revive la historia y la leyenda de Ying Zheng en un libro fascinante.