La Uña Rota edita, en un único volumen, el primer libro del autor austriaco, hasta hoy inédito en castellano, Así en la tierra como en el infierno (Auf der Erde in der Hölle, año 1957), así como la edición revisada de su poemario más conocido, Ave Virgilio (Ave Virgil, años 1959-60), editado por primera vez en castellano en 1988 por Península-Edicions 62. El volumen se completa con Los locos. Los reclusos (Die Irren Die Häftlinge), una pequeña joya, amalgama de poesía, prosa y teatro, editada privadamente en 1962, y también inédita hasta hoy en nuestra lengua.
De Bernhard se ha dicho que es uno de los novelistas más radicales, controvertidos y adictivos del siglo XX. También se ha asegurado que como autor de teatro está a la altura de dramaturgos como Bertolt Brecht o Samuel Beckett. Sin embargo, muy poco se ha dicho de su poesía. Una poesía que el propio autor reconoce influida por T.S. Eliot, Georg Trakl, Paul Éluard, César Vallejo o los españoles Rafael Alberti y Jorge Guillén, y que empieza a cobrar forma en el momento en que, con diecisiete años y tras un resfriado mal curado, le diagnostican sarcoidosis, enfermedad que ataca al sistema linfático y agujerea los pulmones, y que lo acompañará hasta el final de su vida, el 12 de febrero de 1989.
Esta edición pretende subsanar esta laguna en un país en la que está traducida gran parte de la prolífica obra de este autor. El debut como escritor de Bernhard se produjo en el año 1957con el libro Así en la tierra como en el infierno, poemario que tuvo una positiva acogida y fue objeto de elogios, incluidos los del escritor y dramaturgo Carl Zuckmayer, quien no dudó en afirmar que los poemas de este joven autor contenían ?los rasgos distintivos de la gran poesía moderna? y representaban ?el descubrimiento más grande de la última década en nuestra literatura?.
El propio autor reconoce en El frío, en el año 1949, año su ingreso en el sanatorio de Grafenhof, que sus poemas tenían para él una importancia vital: ?aunque no tuvieran valor, lo significaban todo para mí, nada significaba más para mí en el mundo, no tenía nada más, sólo la posibilidad de escribir poemas?.
La pieza que cierra el libro es un excelente texto de Pilar Campos Gallego sobre la enfermedad y Thomas Bernhard, en relación con la experiencia vital de un lector cuando descubre por vez primera uno de sus libros.
El volumen se abre con Aquel hombre azotado por tempestades, una conferencia de Bernhard pronunciada en Salzburgo en 1954 e inédita en alemán hasta 2009. Publicada en la revista Die Zeit, se trata, probablemente del único documento donde plasma su concepción de la poesía y, con sólo 23 años, le revela como un escritor en prosa temprano y vigoroso.
En el texto, el autor define su relación e identificación con el poeta francés y contiene valiosas reflexiones sobre la idea de literatura que tenía Bernhard, algo acerca de lo cual muy raras veces se expresó en forma teórica. A propósito de Rimbaud, afirmó que ?su literatura era una religión única, evidentemente universal, históricamente libre, independiente, sin refinar, que triunfaba en medio de la suciedad y los zapatos destrozados. ¡Y esa religión suya lo hizo también fracasar, lo hizo hincarse de rodillas!...?. Bien podría aplicarse esto mismo al propio Bernhard.