Hasta hace poco, los científicos creían que los bebés eran seres irracionales debido a que tenían un pensamiento y experiencia muy limitados. Ahora Alison Gopnik demuestra gracias a un innovador estudio que los niños aprenden más, imaginan más, se preocupan más y experimentan más que cualquier adulto; en cierto modo, son más listos, más imaginativos, más cuidadosos e incluso más conscientes que nosotros.