El coleccionismo es una manera de ordenar el mundo y una forma de expresión de la propia personalidad, excéntrica y apasionada en el caso de Peggy Guggenheim, obsesiva en el caso de Degas, astuta en el caso del banquero Morgan, o comprometida y generosa en el de Dominique de Menil. Sus historias nos harán comprender el arte de los dos últimos siglos desde las bambalinas en las que se mueven sus personajes: los artistas, las subastas, los marchantes, las falsificaciones, las falsas atribuciones o los robos de piezas únicas. Sus nombres y sus aventuras están para siempre ligados a un patrimonio cultural que hoy enseñan museos y fundaciones de todo el mundo.