Cada cosa tiene su nombre natural, solo hay que descubrirlo. Fernando Beltrán nos muestra cómo creó Amena, Faunia, Lé, OpenCor, Everis, Be Live, Suma de Letras y cientos más.
Todas las cosas tienen su nombre; todas las cosas, por lo tanto, han de ser nombradas. La búsqueda de la palabra justa que dará pie a una nueva marca, o a la creación de un nombre, son momentos trascendentales que determinarán el destino de un producto, de un servicio o de un proyecto durante mucho tiempo. Una necesidad, la de dar nombre, tan antigua como la humanidad y que Fernando Beltrán ha transformado en su oficio: el de nombrador.
Amena, OpenCor, Gareus, P4R, MuXXIc, Faunia, Solaz, Xantiamén, son algunos de los nombres creados por Fernando Beltrán en una trayectoria que nace de su amor por las palabras. El nombre de las cosas nos introduce en la particular historia de este oficio de nombrador y en el proceso para la creación de unos nombres que han conseguido permanecer en el tiempo, generación tras generación.
Reseñas:
«Lo que tiene un mal nombre está abocado a tener una difícil existencia. La disciplina de nombrar se ha convertido no solo en un arte, sino también en un oficio que requiere gramática, literatura y mucha imaginación, cualidades que comparten poetas y publicistas. Solo ese anonimato y brillante cruce de razas en Fernando Beltrán puede explicar los aciertos que jalonan su vida con nombrador.»
Manuel Estrada, diseñador gráfico
«Todos soñamos con ganarnos la vida haciendo lo que más amamos. No conozco un caso más perfecto de ese anhelo satisfecho que Fernando.»
Toni Segarra, publicista
«Dar con la palabra precisa es como dar con la combinación que abre una caja fuerte en la que se guardan valiosos significados. Este trabajo de ladrón al revés -robar a la fantasía para dárselo a la realidad- es el nombrar que lleva a cabo Fernando Beltrán.»
José María Parreño, poeta
«Cual cabal cabalista que es Fernando, las quince letras de su nombre ya auguraban su manejo borgiano del lenguaje, en una onomancia contundente: "FERNANDO BELTRÁN: REFRENDABAN TLÖN".»
Màrius Serra, escritor y enigmista