A principios del siglo XVII la química como la entendemos hoy no existía. En su lugar otra disciplina ocupaba la lugar: la alquimia, que sufrió un duro golpe de la mano de un hombre que empezó a sentar las bases de la química moderna y puso en duda todo el saber alquímico. Ese hombre fue Robert Boyle, al que se le considera uno de los padres de la química moderna.
El químico escépticos una de la obras más importantes de la historia de la química; en ella Boyle expone su hipótesis de que la materia está formada por átomos y combinaciones de átomos siendo todo fenómeno resultado de su movimiento y negando así que la materia esté formada sólo por cuatro elementos como afirmaba la alquimia. Además expone la independencia de la química como ciencia y la necesidad de comprobar experimentalmente todas las hipótesis antes de ser consideradas verdaderas.
Con esta obra puso Boyle las primeras bases para la química moderna.