Nunca desafíes el juego del amor...
La segunda parte de la trilogía Juntos lo tiene todo: un futuro utópico, aventura, suspense, crítica social y un amor imposible.
Con su amor, Cassia y Ky han quebrantado las inflexibles normas de la Sociedad y ahora deben asumir las consecuencias. El castigo para ella es olvidar todo lo sucedido y empezar de nuevo en otra ciudad, donde ha sido reubicada junto con su familia. Ky, sin embargo, no ha tenido tanta suerte: las autoridades lo han deportado a las Provincias Exteriores para que actúe de escudo humano en una guerra que quizá ni exista. Lo único seguro es que antes o después le alcanzará el fuego cruzado#
Decidida a romper con el destino que les han impuesto, Cassia burla de nuevo las reglas y se desplaza hasta las Provincias Exteriores. Pero cuando llega, Ky ya ha huido. ¿Encontrarán el camino que les permita estar juntos? ¿Hallarán un lugar donde vivir en libertad?
Reseñas:
«El mayor éxito juvenil desde Los juegos del hambre.»
Entertainment Weekly
«Si el mundo de Katniss te ha marcado, no puedes perderte esta saga en la que no hay libertad ni para decidir de quién te enamoras.»
Seventeen Magazine
«Intenso, inolvidable, adictivo.»
Kirkus Review
Disfruta de la saga:
-Busco a una persona -digo-. Se llama Ky. -El grupo ha comenzado a disgregarse-. Es moreno, con los ojos azules -continúo, en voz más alta-. Vino de una gran ciudad, pero también conoce estas tierras.
Los chicos se alejan con paso cansino, pero uno de ellos me mira a los ojos y hace un gesto que no me gusta. Le mantengo la mirada. Trato de ver lo que hay.
-Tú lo conoces -digo-. Sabes de quién hablo.
No espero que lo admita, pero él asiente.
-¿Dónde está? -pregunto.
-Ha muerto -responde.
-Mientes -digo mientras me trago la preocupación y las ganas de llorar-. Pero te escucharé cuando quieras decirme la verdad.
-¿Qué te hace pensar que te diré algo? -pregunta.
-No te queda mucho tiempo para hablar -respondo-. Ni a ti ni a ninguno de nosotros.
Por un momento, parece que el chico va a hablar, pero entonces se ríe y se marcha