Roberto Candido, un enólogo de fama mundial, aparece asesinado en la abadía de Montalcino. El comisario Cosulich y el inspector Mastrantoni se deben ocupar de indagar el delito. Para ello deberán adentrarse en el mundo vitivinícola. No tardarán en descubrir que Candido poseía información relevante que podría haber traído graves consecuencias para la imagen y los negocios de empresas de fama internacional. Pero no solo eso: el enólogo estaba obsesionado por descubrir la primera uva en tierras de Mesopotamia. Y por el "intercambio de parejas", que, en este caso, es una práctica vitivinícola experimental. Todos estos elementos son de por sí suficientes para hacer que se tambaleen los intereses del establishment del vino. Por si fuera poco, a ellos se añaden una infinidad de circunstancias más. "La tierra conoce misterios ignotos para el hombre. Esa es la verdad", había escrito Candido. Corresponderá al introvertido y visionario Cosulich averiguar de qué misteriosa verdad se trata. La sangre de Montalcino es una novela negra clásica, divertida y aguda, que, con una buena dosis de suspense e ironía, abre mucho más que un resquicio sobre el mundo internacional del vino y sobre su trasfondo más oculto.