El 16 de julio de 1212 un ejército cruzado, encabezado por el rey de Castilla, Alfonso VIII, se enfrentaba en Sierra Morena con las fuerzas islámicas dirigidas por el califa almohade, Muhammad al-Násir, en la que acabaría conociéndose como la batalla de las Navas de Tolosa.
Tradicionalmente, aquella confrontación ha sido considerada como un hito decisivo en la expansión territorial castellana y el definitivo retroceso de al-Andalus, que marcaría un punto de inflexión en las relaciones entre musulmanes y cristianos en la Península Ibérica. Desde el convencimiento de que, por muy excepcional que fuera aquel enfrentamiento, únicamente resulta comprensible dentro de un marco general -político, militar, material, social, ideológico-, se propone en esta obra no sólo analizar aquella batalla -los objetivos perseguidos por cada contendiente, los desarrollos tácticos puestos en práctica, las consecuencias políticas y territoriales de la campaña-, sino también, y especialmente, procurar una más amplia comprensión de aquel choque revisando y evaluando el papel y la importancia de la batalla en su escenario estratégico, insertándolo en su contexto político, estudiando, en fin, los recursos bélicos, institucionales, organizativos e ideológicos disponibles desde tiempo atrás y puestos en liza por cada contendiente.