A lo largo del último siglo, los científicos han cultivado una imagen de sobriedad, elegancia, respeto y buenas maneras. Sin embargo, Radicales libres cuenta cuál es la realidad que se esconde tras la mayoría de grandes descubrimientos científicos. Como dice su autor, muchos científicos tienen más semejanzas con libertinos y anarquistas que con la imagen de ratas de biblioteca que cultivan.
Fraudes, plagios, resultados encubiertos, falta de ética e imprudencias son a veces males necesarios para atraer la atención del público sobre algunos de los más brillantes hallazgos de la ciencia. Además, la inspiración llega a menudo de lugares insospechados y Brooks desgrana cómo reconocidos premios Nobel han sacado sus ideas de las drogas, los sueños y las alucinaciones.
La ciencia es una disciplina muy competitiva donde el juego sucio está al orden del día. Para lograr éxito y reconocimiento, todo vale.