«Este libro no es:
Una historia de las opiniones y de las creencias del Diablo;
una incursión más o menos erudita o más o menos divertida a través de las leyendas, antiguas y modernas sobre el Diablo; un árido tratado conceptual según el cartabón de la Escolástica tradicional;
un prontuario ascético para proteger a las almas de las acechanzas y de los asaltos del demonio;
una colección de santas invectivas o de andanadas oratorias sobre el antiguo Adversario;
una historia de los representantes terrestres del Diablo, es decir magos, ocultistas y cosas por el estilo: una orgía romántica de literatura satanista, con sus correspondientes misas negras y otras brutales imbecilidades;
una elucubración metafísica sobre el problema del mal, como la que hizo el kantiano Ehrard; y, en fin, tampoco es, como podría parecerle a algún lector apresurado, una defensa del Diablo. »
- Giovanni Papini