Bill Clegg acaba de independizarse para poner en marcha su propia oficina como prometedor agente literario, tiene una pareja que le quiere, un círculo de relaciones envidiable y buenos amigos cuando emprende un viaje al infierno que durará varios meses y que le arrastrará a la ruina económica, social y personal. A pesar de haber pasado poco antes por rehabilitación para tratar una adicción al crack que empezó en su adolescencia, no puede evitar una brutal recaída que le costará su casa, su dinero, su carrera y casi su vida. ¿Qué lleva a un joven con un futuro excepcional a decidir abandonar todo lo que ha conseguido? Bill Clegg muestra claramente cómo esta atracción por las drogas lo esclaviza y lo sume en una espiral de consumo cada vez más imperioso, sexo apremiante y abandono de sí mismo, capturando escena tras escena el drama, la tensión, y la paranoia de una doble vida. Los destellos momentáneos de excitación y felicidad que le proporcionaban las drogas, son eclipsados después por la pesadilla de la abstinencia. Además, el relato explora las causas de su adicción, cómo el origen de su conducta se remonta al pasado. Retrato de un joven adicto a todo es una novela autobiográfica, contada en primera persona y totalmente convincente -lírica, irresistible, sincera, dura, y muy bien escrita- que no dejará indiferente a ningún lector.