En los últimos años -nos dice Paul Krugman- las economías de siete países que concentran una cuarta parte de la producción mundial han experimentado una recesión económica que tiene una misteriosa semejanza con la gran depresión de los años treinta. Igual que entonces, la crisis ha surgido de súbito en medio de un cielo despejado, mientras la mayoría de los entendidos seguían prediciendo un auge continuado, incluso cuando la recesión tomaba fuerza. Igual que entonces, los remedios económicos convencionales se han mostrado ineficaces, tal vez perjudiciales... El hecho mismo de que algo semejante pueda ocurrir en nuestros días debería causar escalofríos a cualquiera que tenga sentido de la historia.