Leonid Sednev, deshollinador imperial y más tarde pinche de cocina, tenía quince años la noche del 17 de julio de 1918, cuando un grupo de militares de la Revolución bolchevique asesinó brutalmente a la familia imperial rusa. Leonid fue el único superviviente y testigo invisible de la tragedia.
Mucho tiempo después, un Leonid ya anciano decide recomponer sus recuerdos y comienza este relato, desde los ojos del sirviente de la familia imperial, con el que recrea los últimos años del Imperio ruso y el cambio de régimen. Carmen Posadas nos sumerge, con su habitual maestría, en el fascinante mundo de la familia imperial rusa: luces y sombras de palacio, en un desfile de princesas y deshollinadores, zares y bolcheviques, lujo y miseria.