El punto de partida de este libro es que el discurso historicista y el estrictamente filológico resultan insuficientes para abordar la enorme complejidad del hecho literario: entre la fijación material de un texto y su ubicación en el seno de una cultura, existen múltiples aproximaciones a la literatura, ofrecidas por disciplinas tan varias como la estilística, la sociología, el psicoanálisis, la hermenéutica o la comparatística.
El objeto literario, por sí mismo, presenta una enorme variedad de registros y de alianzas, y, por consiguiente, hay que tener en cuenta la posibilidad de acudir al más insólito o impensable de los discursos 02013;aunque no posea un claro estatuto de 0201C;cientificidad0201D; según los parámetros al uso- para esclarecer esos registros o desentrañar las alianzas aludidas. Pretender alcanzar esos resultados científicos cuando se estudia la literatura no solo puede significar perder de vista el objeto mismo que es materia de estudio, sino que suele acarrear, además, cierta censura de la inteligencia en el acto de leer y comprender los libros. Estas carencias son las que desea compensar la presente obra.