Pocos meses antes de morir, Ted Hughes sorprendió al mundo con la publicación de Cartas de cumpleaños, un libro donde se reunían los poemas que, a lo largo de las últimas décadas, le había escrito en silencio a su primera esposa, la poeta norteamericana Sylvia Plath, quien se suicidó en febrero de 1963.
A lo largo de las páginas de este libro, Ted Hughes, desde el centro de la intimidad, recuerda su relación con Plath, empezando por el día en que se conocieron, durante una fiesta en Cambridge, en 1956, pasando por su boda, su luna de miel, el nacimiento de sus dos hijos y los constantes y fatales tormentos que desembocaron en el suicidio de la poeta.
Más allá de la anécdota biográfica, Cartas de cumpleaños es ya uno de los poemarios fundamentales de finales del siglo XX, una valiente conversación con una amada sombra en el quieta contraluz del recuerdo, una celebración de la vida, de la pasión extrema, lo mismo que una poderosa meditación sobre la muerte. Y, por encima de todo, esta obra constituye la fulgurante despedida de uno de los mayores poetas de nuestro tiempo.
«Este libro irrumpe con la fuerza de una emoción que surge de una fuente desconocida. Y leerlo es como sufrir la descarga de un rayo. Su poder, su fuerza es a veces tierno, a veces humorístico, a veces angustiado y surge siempre de un presente abrasador e inmóvil. Quienes pensaron que la reticencia de Hughes era una prueba de insensibilidad se darán cuenta inmediatamente de que los insensibles eran ellos. Estamos ante un libro escrito por alguien obsesionado, herido y que estuvo profundamente enamorado. Nunca se había visto nada parecido en literatura.»
Andrew Motion