Dulce y mágica como el pueblo que la creó, la repostería sefardí ha sabido combinar desde el siglo XV sus raíces españolas con las diferentes tradiciones culinarias de los países de acogida. Ana Bensadón ha realizado un viaje a sus orígenes para seleccionar los mejores bocados de un legado gastronómico de riqueza incalculable. Mujeres de países tan lejanos como Canadá, Venezuela, Francia o Marruecos también han aportado sus recetas y las de sus antepasados para crear así, por vez primera, esta completa y cuidada recopilación, muestra de una cultura fascinante y evocadora.
Letuarios, marronchinos, palatchincas, fijuelas y otros dulces maravillosos se juntan en esta obra con recetas originales de la autora para acercarnos un poco más a las esencias y sabores ancestrales del pueblo sefardí y, sobre todo, para adulzar la boca.