Tras varios años de excedencia, la crisis lleva a Augusto Bongiorno a retomar su plaza de profesor de Filosofía en un instituto de nombre aciago: Instituto Gracián. Allí se encontrará con un grupo de alumnos de Bachillerato (cada uno de su padre y de su madre), que, más que proporcionarle quebraderos de cabeza, lo arrastran a una vida de aventura que no deseaba.
¿Pueden utilizarse las aventuras de un año escolar, se pregunta Bongiorno, para comenzar a discutir con sus protagonistas acerca de cómo debemos conducirnos día a día? ¿Qué otra cosa es, si no, la filosofía?
Así, las pequeñas historias de este libro tratan sobre la dificultad de asomarse a la realidad de la vida sin complejos, abordando la verdad de todo lo que parece no tener demasiado sentido. La dificultad de asumir nuestra exposición constante a la tensión entre esos polos que a veces nos atraen y otras nos repelen: segregación y socialización, naturaleza y cultura, violencia y razón, libertad y responsabilidad, justicia y felicidad...
Un homenaje a la vocación de una de las profesiones más importantes en la creación de nuestra sociedad y menos valoradas por ella: la del profesor.