Hay quien dice que el recientemente pasado siglo XX guardó en los baúles del tiempo y la memoria los maravillosos trajes que las gentes de nuestros pueblos y ciudades habían creado y vestido en diversos tipos de actos y celebraciones a lo largo de doscientos años.
Afortunadamente, en la actualidad hay un regreso a los valores, un reconocimiento de dichas tradiciones, gracias a cuyo impulso se han podido rescatar y reproducir muchos de ellos procedentes de todos los rincones de nuestro país.