Los tópicos aquí reunidos son juicios de valor que actúan a modo de prejuicios básicos ampliamente compartidos. Ellos manifiestan la mentalidad de una sociedad, componen un retrato colectivo en el que nada cuesta reconocernos. No ha de suponerse que los tópoi sean invenciones de los medios de comunicación, aunque éstos contribuyan lo suyo a propagarlos. Esos lugares comunes son creación nuestra: de nuestra comodidad y de nuestros miedos, de la ignorancia tanto como del espíritu rebañego de la mayoría.
Prescindir de ellos, pues, exige ponerse a pensar lo que quizá no hemos pensado nunca, porque en ese mismo vacío se asienta buena parte de nuestras convicciones. En la estela de su libro anterior, Tantos tontos tópicos, Aurelio Arteta vuelve a cargar en Si todos lo dicen... contra otros cuantos clichés que nos confunden. Empecemos a sospechar de eso que siempre hemos creído evidente por ser lo que acostumbramos a escuchar, lo que todos aprueban y nadie discute, lo que nos asegura su acogida... Descubrir estas frases hechas, cuestionar sus pretensiones y remover su falsa solidez es un quehacer que todo sujeto debe imponerse. Una guía adecuada para ello puede ser esta topografía moral que el autor nos ofrece.