«Emboscarse», o huir, aislarse en los bosques, no es un acto romántico, idílico. Muy al contrario, «el lector de este ensayo», escribe el propio Jünger, «habrá más bien de disponerse a emprender una excursión que da que pensar, una caminata que conducirá no sólo allende los senderos trillados, sino también allende los límites de este libro».
A partir de la crítica de los «nuevos analfabetos de la política» y del cambio que ya se ha producido en la naturaleza misma de las cuestiones que los poderes nos inducen a responder, arranca uno de los estudios más reveladores acerca de «cómo el ser humano está llegando a una situación en la cual se le exige que él mismo genere unos documentos que están calculados para provocar su propia ruina».